Amistad o amor

Es otra historia que he vivido en el pueblecito donde veraneo.
Es algo insólito hasta poco creíble.
La perenigración de visitar a todos los tíos era como un ritual.
Y se hacia durante tres días.
Recuerdo esa granja llena de gallinas, trigo y heno a montones.
De guardián un perro, ni grande ni pequeño. Pero ladrar si que ladraba.
Hasta aquí cumple con la normalidad de todas las granjas, escepto que encima de la caseta del perro habitaba, y digo habitaba porque siempre estaba ahí, una "tortora" (una paloma marron con un collar negro al rededor del cuello ).
Cuando habia sed hasta habían compartido el cazo del agua.
Realmente estaban conjuntados solo había que verlos, el perro sentado y la paloma arriba de la caseta y a veces caminando por alrededor, moviendo el plumaje en un sutil coqueteo.
Pasaron los años, hasta que se el perro envejecido perdía el pelo, y desganadoo dedicaba sonrisas solo a la paloma.
Era una mañana de Julio cuando encontraron la paloma estirada en un sueño eterno.
El simplemente la miraba con el ocico entre las piernas.
Mi tio enterró la paloma debajo del arbol donde dormía.
Los ladridos duraron sólo seis días más, y el silencio cubrió la granja.

Se puede morir de amor ?
O era pura amistad...

Ventana azul

Cada verano me acerco a mi pueblecito, un pueblecito lleno de grandes historias cotidianas.
Cada verano gasto los zapatos de tanto caminar, pero cada día que paso sigue ahí, espero un cambio, deseo ver cambiar ese color.
Pero hace demasiado tiempo y creo perder la esperanza,
han pasado unos treinta inviernos.

Yo no lo recuerdo, pero asi me lo contaron.
Ella postrada en una cama de hospital, con una sonrisa le dijo a su marido:
"No es nada, ¡cuando vuelva decidiremos el color de la casa!"

Este verano he vuelto a caminar delante de esa casa sin color,
Todas las ventanas son verdes, y sólo una es de color azul,
la del dormitorio.