Viento caprichoso
Zarandeado, perdido voy vagando por las olas del mar.
Hace tiempo que dejé el timón, y ahora es el viento que designa mi camino . Ni las estrellas ni la brújula, sólo el viento.
Es un viento nuevo, fresco, que reaviva mi cara, que crea nuevas imágenes y nuevos sueños. Después de días zozobrando por el mar, descubro que no llego a ningún lado, la tierra firme se resiste a aparecer. Solo tengo la certeza de una estela espumosa por donde he venido, pero no se hacia donde voy.
Llevo días dejándome arrastrar, pero me atormenta el sonido del timón, chirría, se queja, me llama y se lamenta. Hago oídos sordos, y solo escucho el mar.
Miro mis manos, resecadas por el sol, pero fuertes de haber sujetado el timón . Estirado miro el sol que me ciega, aprieto los párpados, entonces, destellos luminosos aparecen en mi retina. Mis manos friegan mi cara, y pienso…..”ánimo es hora de espabilar, no puedo dejar mi destino en manos de un viento caprichoso.”
Con fuerzas renovadas hundo mi cabeza en el agua, mi cuerpo se electriza, ahora lo tengo claro.
Agarro el timón con fuerza, ya no gime...me sonríe.